Me declaro huevon

Constantemente escuchamos en las noticias cosas con las que creemos jamás nos encontraremos, o por lo menos, cosas con las que jamás quisiéramos encontrarnos. Lo peor de todo es pensar en que en algún momento de nuestras vidas, algo terrible nos pasara, ya sea un perdida fatal, o un encuentro de frente con la muerte. Muchos dicen que en estos momentos , lo que se ve pasar por enfrente de los ojos no es la vida completa de uno, si no mas bien, recuerdos, recuerdos vagos de cosas que algún momento quedaron truncadas y que no se terminaron. Ahora bien, siempre quise ser músico, pintor, ajedrecista, etc. . pero no necesariamente se me paso por la mente convertirme en uno de ellos aquel día en que un automóvil paro a medio centímetro de mi. Para ser honestos, ni siquiera recuerdo que fue lo ultimo que paso por mi mente en esa fracción de segundo. Mas bien recuerdo haber calculado cuanto le tomo al tipo darse cuenta en reaccionar. Cuanto le tomo a su cerebro razonar y entender que ir a 50 kilómetros por hora se contrarrestaba, física y naturalmente a la realidad. Y muy por el contrario de lo que dicen muchos. Jamás tuve un sentimiento de grandeza, o de poder hacer cualquier cosa, eso que le llaman revelación o experiencia religiosa. Solo me sentí huevon, huevon por no haberme dado cuenta de que estaba cruzando en rojo. También me sentí insignificante, con rabia y pensando en como cresta se me pudo pasar por alto la luz roja. Pasa, y mas veces de las que podemos contar, mas veces de las que podríamos imaginarnos que podríamos contar. Como cuando uno dice “ contado con los dedos de la mano”. Bueno, de seguro tendríamos que tener unas decientas manos con 35 dedos cada una para poder contar las miles de veces que nos sentimos huevones en un día. Pero no se sientan mal, solo es la naturaleza del chileno, sentirse un perfecto y rotundo huevon cada ves que algo traumático nos pasa, o simplemente cuando algo que no concuerda nos pasa. Si pudiera contar todas las revelaciones que he tenido durante una semana, diría que tengo mas que el génesis. Sin embargo, no todo es cuesta arriba en esta carrera por la cordura, no , siempre hay salida para nuestros peores males. Dos segundo después que esto paso, mi cerebro automáticamente envio la señal a mis cejas y estas en señal desafiante se fruncieron y mirando al chofer le dije en un inconfundible idioma de gestos ¿como no te fijai conchetumadre? Ósea, pase en cosa de un segundo, de sentirme como un gusano a punto de ser colocado ene l anzuelo, a convertirme en un pitbull, uno de eso perros que no entienden nada, que solo piensan en despedazar a su oponente, ya sea si este es amigable o trata de hacerle cariño. Y un segundo mas tarde, ( lo puedo jurar), un segundo mas tarde, me sentí huevon otra ves, hey esperen, ooootra clase de huevon. Ese huevon humillado por su propio principio, el de no pasar a llevar a las personas ( por muy hueonas que estas sean) que sin querer se me cruzaron en el momento justo cuando esta siendo un huevon. Entonces heme aquí, sintiéndome aun mas huevon por estar compartiendo con ustedes cosas que me podría guardar, y meterlas en el baúl de objetos perdidos, como hago con tantas otras cosas, pero que por el contrario sin pena ni gloria, hago lo que muchas de las personas que conozco no harían aunque su vida dependiera de ello. Me declaro un huevon. The Messenger