Thursday, June 16, 2011

en la oscuridad

Después de 16 largos años al fin consiguió llegar a un acuerdo con sus fantasmas, aquellos que siempre o atosigaron y que mantenían una contante presencia en su cabeza. Quien iba a pensar que sería algo tan fácil como enfrentarlos cara a cara y preguntarles por que estaban allí.
Fueron horas y horas de contante conversación, el, solo contra los 9 en un constante ir y venir de palabras perdidas, palabras que muchas veces no tenían destinatario en común sino más bien un destino en común, horas de resistencia a las mofas, a las reprimendas y los alharacas y esforzados intentos por mantener la inanidad dentro y fuera de su propia cabeza, en un constante tira y afloja tanto de el como del grupo de desfigurados con los que se encontraba en aquella habitación y con los cuales paso gran parte de su adolescencia y adultez. Cada día y todos los días de la semana como un chicle que se te pega en el zapato durante los días en que el calor es intenso, ese molesto cicle que por más que intentes despegarlo siempre deja algún residuo.
A la edad de 14 anos fue la primera vez que comenzaron a llegar y ocupar lugares importantes en su vida, uno a uno fueron llegando sin ser invitados, sin excusa y siempre sin la menor gana de largarse, cada vez que pensaba que ya no podría mas con el recién llegado , cuando pensaba que sería derrotado, siempre aparecía otro en su ayuda, en su auxilio, y mantenía las cosas en regla durante un tiempo ,claro, no siempre con mucho éxito puesto que después de un par de semanas el aliado era fácilmente convencido por los demás y se les unía en esta hostigarte tarea de crear caos en su vida, tanto así que al final termino con nada menos ni nada más que con 12 . al pasar los anos esto se volvió un verdadero habito y la lucha era de todos los días y a cada hora, cada segundo que pasaba era un intento de vivir una vida tranquila pero al mismo tiempo escuchando los insultos y gritos que a veces (muchas veces ) eran casi ensordecedores, al punto que no era capaz muchas veces de distinguir entre las personas reales y sus frustrados acompañantes, solo una cosa marcaba esta delgada línea entre los real y el producto de su mente, las personas reales tenían rostro. Las otras no.
Esto le costó muchas desavenencias con el pasar de la vida, fue difícil entender las cosas como el resto de las personas lo hacen, y hasta las exigencias más pequeñas que se le pueden hacer a una persona como poder decir te quiero se volvieron casi una tortura para él. Por qué?
Porque claro, cada gesto de amor, cada insignificante muestra de cariño era fácilmente cuestionado y producto de burlas al punto que no era capaz de reaccionar cuando las cosas se tornaban en su contra y se dejaba derrotar tan fácilmente que a veces ni valía la pena luchar, ni valía la pena hacer lucha contra tantos, tantos, que eran bien capaces de detener el tiempo y transformar el café en agua salada, claro, el poder hace la fuerza dicen por ahí.
El punto culmine fue durante una mañana en que sonaba con alguien que llegaba por detrás con una voz suave y delicada y le decía te quiero, cuando se dio la vuelta para ver el rostro se dio cuenta que era una jugarreta mas de sus grandes enemigos, cara desfigurada y con una sonrisa particularmente diabólica apretando sus costillas con una fuerza sobrenatural. Sentía que la vida se le escapaba por entre los brazos del fantasma y cuando logro por fin determinar de quien se trataba vio con horror que se trataba de el mismo pero transformado en alguna especie de masa sin forma. Ojos brillantes como y rojos como dos grandes rubís, dientes afilados como navajas y sobre todo un fuerte olor a hojas secas – Mientras yo esté contigo jamás serás feliz.
Fue cuando decidió que ya era hora de cambiar las cosas a su favor, derrotar su mala racha y cargar la balanza a su favor, savia que sería difícil, estaba más que claro que seguramente pondrían alguna resistencia, habría que pelear con uñas y dientes por el derecho a ser libre.
Pero esta noche era diferente, no tenía nada que perder ni nada que esconder, estaba completamente solo en un apartamento tan pequeño que la respiración de cada uno podía distinguirse, y claro, en espacios como estos es cuando pueden pasar las mejores o bien las peores cosas, entonces se dijo así mismo que ya era la hora de afrontarlos, si no conseguía nada por lo menos sabría que lo intento.
Lo primero fue tratar de ponerles nombres a cada uno, pero, como ponerle nombres si eran todos iguales? fácil , de izquierda a derecha, dedujo que si durante los años se iban sumando uno después de otro lo más lógico era que estuvieran en algún orden ya que jamás los vio moverse más de un metro de su estado original, lo más fácil era que llevaran nombres fáciles, sin muchas letras . así no tendría que recordar tantas cosas , además, con lo que estaba tramando en el peor de los casos seguiría con ellos por el resto de su vida, y si tuvieran nombre o no, no cambiaria absolutamente nada, o simplemente ya no necesitaría recordar aquellos nombres por el resto de su vida, las dos alternativas le sentaban bien así que se fue por los más fácil de izquierda a derecha del 1 al 9 .pronto se dio cuenta que la tarea Seri mas difícil de lo que se imaginaba ya que cada vez que intentaba hablar de algo con 5 rápidamente 2 y 3 entraban en la conversación y lo que era peor, cambiaban de lugar, nunca los había visto moverse mas que unos pocos metros de distancia de sus lugares originales pero ahora estaban corriendo despavoridos por todo el pequeño apartamento como gallinas sin cabeza gritando y sacudiendo los brazos como quien es víctima de alguna clase de exorcismo ,botando baba por la boca desaforadamente y tomándose las orejas con la punta de los dedos, coňo, pensó el .
Poco a poco comenzó a poner atención solo a uno y por arte de magia llamo la atención de los demás, la calma volvió dentro del minúsculo espacio y todo comenzó a crecer, de pronto pareció que estaba dentro de un gran hangar donde el sentimiento era palpable- Ahora me toca a mí - se dijo, y comenzó a poner las preguntas en la meza, quienes son? de donde vienen? Que quieren? Y lo más importante, porque no se largan?
Si bien jamás tuvo respuesta, el efecto de exorcismo que se creó dentro del apartamento fue tal que de pronto se encontró solo en la habitación, la soledad que estaba buscando hacia tantos años por fin llegaba, fue tan grande el impacto de unas pocas palabras que todo se volvió más claro, todo cambio en cosa de segundos y la vida de sufrimientos y dolores de cabeza incontenibles ya estaban en el pasado, el eterno luchar contra sus demonios se había acabado por fin.
Esa noche, por fin durmió como no dormía en muchos anos

The messenger

Tuesday, June 07, 2011

en 30 metros cuadrados

En un espacio de 30 metros cuadrados pueden pasar muchas cosas durante dos años, sobre todo si dentro de este espacio hay alguien más
La pregunta es cómo se llenan esos espacios vacios cuando una de ellas no está?
Se llenan con otras cosas? O la otra persona va desapareciendo poco a poco hasta convertirse en un mero recuerdo de algo que pudo ser y que no fue?
Tal vez las dos, al mismo tiempo y gradualmente. Como sea, los espacios compartidos tanto físicos como sentimentales con el pasar diario van desapareciendo y convirtiéndose en espacios aptos para otras cosas que vienen, que para mal o peor no hacen más que llegar, luchando constantemente contra los viejos recuerdos que ahí se forjaron.
Sueños, esperanzas, malos y buenos recuerdos que entremezclados crean una especie de nomenclatura muy difícil de digerir y la mayor parte del tiempo casi imposible de soportar.
A la larga la pregunta se viene a la mente como mariposas que pasan por delante de nuestros ojos, fugases y uno darse ni cuenta. Valió la pena construir tanto para luego olvidarlo?
La necesidad de crear y amar al mismo tiempo siempre están profundamente ligadas, el pasar del agua debajo del puente con el rumbo cotidiano se vuelve tedioso y poco atractivo y alomejor sin darse ni cuenta uno va creando estos espacios en blanco, espacios que cuesta llenar. En dos años se puede conocer mucho una persona pero al mismo tiempo también desilusionarse de esta, en dos anos la tragedia del día a día contribuye a destrozar eso que se creó con tanta paciencia y amor, los detalles se van olvidando y el contacto con la otra mitad dan una sensación de falsa seguridad, dejando al olvido lo que realmente importa, aquello por lo que tanto se lucho, con uñas y dientes.
En definitiva no siempre se puede enterrar lo que en esos 30 metros cuadrados paso, tampoco se puede olvidar como todo el mundo dice, ni el dolor tampoco se disipa con el pasar de los anos.
-Solo se hace más llevadero -

The Messenger