Tuesday, August 30, 2016

Otra vez la dulce congoja

Cuando pierdes algo que es realmente importante en tu vida, viene un sentimiento que se llama congoja. No es posible describirlo físicamente porque a pesar de ser un dolor, no te imposibilita de hacer las cosas, pero está ahí, como un apretón en el pecho que pasa por el estómago y se instala en el corazón. Puede durar entre 5  a 20 segundos y luego desaparecer tan repentinamente como llego. Pero, siempre volverá  en una hora  30 minutos o menos. Siempre hasta que el inevitable tiempo se encarga de hacerlo desaparecer.
Según Wikipedia hay dos descripciones para ella:
1- Pena intensa e incontenible que se exterioriza con llanto y quejas.
2- Angustia o sensación física de agobio.
Yo más la describiría como un poco de ambas.
Las personas so se separan  por los ideales ni por los puntos de vista diferentes, las personas se separan por que dejan de quererse.
Alguien por ahí dijo que la diferencia entre el aceptar y el resignarse es la cobardía. Aceptar es decidir que lo que está en frente de ti  no puede ser cambiado ya sea por temas naturales físicos médicos o hasta psicológicos.
Resignarse significa rendirse ante una idea por el simple hecho de no querer luchar, eso señores, es cobardía pura.
Que alguien te diga que el futuro no es para ambos lisa y llanamente porque sus  ideales no concuerdan con  tu manera de ver la vida, no es más una excusa para evitar el dolor de decirte a la cara que ya no hay querer. Que el tiempo  y las exigencias de otros que aceres ocuparon los espacios que estaban determinados para ti, ya sea porque le llenan más o porque simplemente ya no eres tan atractivo como antes.
Es verdad que las situaciones que han marcado mi vida me han llevado a ser quien soy y definen mis actos, pero  nadie dijo que 30 años son fáciles de cambiar en una fracción de tiempo.
Es probable que a un par de personas les moleste este post y sientan que me equivoco rotundamente en mis ideas. Pero nada me importa.
Este es mi blog y aquí le guste a  quien le guste es mi espacio donde puedo decir  cuánto de me da la gana y salir impune. Es en este lugar donde mis descargas, sean válidas o no quedaran grabadas para ser leídas y releídas para reírse o aprender de ellas.
Y aunque el dolor persistirá como ya ha pasado antes, y el tiempo dirá la última palabra. Uno se queda con dos conclusiones.
Una es que a pesar de todo siempre diste lo mejor de ti, indiscutible-mente de cómo lo hiciste o de cómo lo entregaste.
Y la otra es que a pesar de todo siempre sigues cagandola al final.

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