Friday, April 11, 2014

Perros con TOC

La primera ves que vi algo así fue cruzando la avenida santa rosa , saliendo de un líder . Un perro de tamaño mas menos normal clavándole los dientes a la rueda delantera de un taxi parado en la luz roja. Mi primera reacción fue girar y decirle a mi polola en buen chileno Mira el perro se tiene cualquier fe ! En ese momento me pareció algo gracioso y casi novedoso. Pero con el pasar de los días la escena se fue repitiendo en cada esquina ; en cada avenida. Fue entonces que intente a imaginarme lo que pensaban los perros que tenían este extraño Comportamiento. Mire en sus ojos perdidos y desorbitados, avanzando contra autos en marcha, camiones y micros y aquellos en mejor estado a las motos, cual enajenados cruzados contra los muros de Jerusalén. Muchos de estos perros tienen heridas de guerra: patas quebradas y hocicos pelados son los mas frecuentes, aunque los hay quienes no corren con tanta suerte y yacen tirados al lado del camino cual combatientes caídos en guerra. Una guerra contra una interminable fila de bestias mecánicas que son inmunes a sus mas fieros mordiscos. En los ojos de estos fieros canes se puede ver la locura, un vicioso impulso fiero. El mismo comportamiento obsesivo que vemos en los ojos de los que viven en centros psiquiátricos desperdigados por Santiago. Una mirada de desesperanza y auto destrucción que se ve en muchos jóvenes gobernados por la pasta base. No pueden evitarlo, por que no comprenden lo que hacen, ni entienden tampoco por que lo hacen De pronto me doy cuenta que la misma mirada la veo en los ojos de los hombres , en el metro; en la fila del banco; en el supermercado incluso en el espejo. Esa mirada de desesperanza de saber que persigues algo y por mas fuerte que corras no puedes alcanzarlo. La misma desesperación que tantas veces hemos sufrido en situaciones que escapan claramente de nuestro alcance. Y nos empeñamos en querer perseguir eso que probablemente nos dañe al atraparlo. Llenos he heridas de batalla que nos van dejando mutilados y marcados de por vida. Si veo similitud entre esos perros que persiguen autos y la persona que llevo en mi cabeza y con la que lucho a diario. Pero a pesar de todo aquello sigo observándolos en su interminable correrio tras las bestias mecánicas sin dejar de imaginar lo que pasa por sus mentes al momento de cada ladrido; cada gruñido o mordisco. No puedo evitar sentir lastima por aquellas bestias enajenadas guiadas por el instinto mas que por la razón. Empujadas a vivir en el exilio social en el que los hemos puesto, mendigando día a día en las esquinas y buscando comida en los tachos de basura. Arrastrados al punto de desesperación por una sociedad que no es capas de hacerse cargo de ellos, de la misma forma como se hace cargo de sus ancianos , enfermos y criminales, marginándolos y dejándolos de lado al igual que los arboles navideños que se amontonan en las calles pasado el 10 de enero. Me quedo mirándolos en su locura, en su felicidad placentera que les convierte la sangre en acido d baterías que corre por sus venas, llamándolos a un estado de trance y de absoluta lujuria. Toc mejor conocido como trastorno obsesivo compulsivo es la irresistible e irrefrenable fuerza de hacer un cosa una y otra vez sin poder evitarlo