Soy un convencido de que para crear apologías de vida,
primero debes saber a quien mirar, tocar y pensar.
Para poder pasar sin pena ni gloria por esta vida (que es
algo que siempre aspiro) debes siempre ser fiel a tus convicciones y a tu
manera d ver la vida.
La mayor parte de las personas que me rodean y de las que
siempre procuro rodearme son aquellas que me aceptan y me quieren tal y como
soy con mi acidez personal y mi manera de ver las cosas.
En la antigua Grecia los grandes maestros hacían
esculturas de mármol y llegaban a crear obras perfectas. No así los aprendices
y los escultores de mediana calidad, quienes normalmente hacían esculturas
buenas pero no perfectas. Con pequeños errores como grietas hoyos e
imperfecciones.
Para tapar estas imperfecciones usaban cera la que
mezclaban con el polvo del mismo mármol y tapaban los errores de su trabajo
para poder entregarlas
Sin cera. Sinceridad. Viene del Latín de entregar algo
sin artilugios. De ser quien eres y tal y como llegaste te debes ir.
Normalmente trato de hacer lo que digo y decir lo que
hago y cuando alguien me falla en esto más de una vez me duele. y cuando esa falla involucra a alguien que quiero se vuelve aun mas doloroso. Ya sea un
amigo, un conocido o alguien más cercano. Y siento que esa persona deja de ser
real y se convierte en una estatua de mármol muy parchada. Y normalmente si
estas cosas me pasan cuando estoy con un par de cervezas encima, mas me marcan
por que el alcohol expone tus sentimientos y aflora esos pequeños rastros de
felicidad que escondemos en el estomago y
que tanto nos cuesta mostrar.
Trato siempre de hacer de mi palabra una moneda de
cambio.
No me falles. Decían los tres.
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