¡Atencion antes de
leer, tener en consideración que este post no es para personas con un estomago
débil o una mente cerrada !!
Probablemente debiera
advertir que el contenido de este articulo no será del agrado de todos, ni
tampoco será uno de los mejores. Pero tengo una responsabilidad que cumplir,
con migo mismo y con aquellos que siguen mi blog, no por que escriba bonito o
con buena ortografía, si no por aquellos que me leen por que escribo sobre
cotidianeidad, sobre lo que nos pasa todos los días y a veces somos
demasiado retraídos para ponerle atención.
Hoy hablare de ese
sentimiento que todos conocemos como placer, pero no hablare del placer como un
solo sentimiento, mas bien me concentrare en algo que nos produce placer.
Conozco un montón de personas
que me han contado cuanto gozan cuando llega la hora de ir al baño. Como se
sientan y no piensan en nada más que dejar salir esa materia colorida y dejarla
caer al retrete( fue la manera mas
civil de decirlo).
Cagar, es como
mas de 17 millones de chilenos le llamamos al solitario y reconfortante
acto de defecar. Personalmente por
alguna extraña razón la palabra defecar me provoca mucho mas asco que cagar, probablemente sea por que cuando me
imagino a alguien defecando, me imagino lo que defecan, y cuando me imagino a
alguíen cagando, imagino la cara de alivio y placer de la persona.
Nada te puede interrumpir
cuando estas en el baño, nada puede
perturbar ese momento en el que te encuentras solo, apartado del resto del
mundo y donde la el único responsable de tu felicidad no eres mas que tu mismo-
nadie puede cagar por ti- . y es ahí en ese momento en el que se desenvuelven
diversos comportamientos de diferentes niveles y categorías.
Están aquellos que aman leer
en el baño, pero personalmente yo he llevado
este placer a un nivel superior. Desgraciadamente aprendí de la peor forma que
no se puede pasar mas de media hora leyendo en el baño, aprendí con la
desagradable sensación de terminar con caca seca en el culo, con la aún más
desagradable acción de tener que meter el culo en la ducha y echarse agua fría,
donde una experiencia religiosa fácilmente se transforma en un puto desagrado.
Hay gente que fuma en el
baño, para la digestión dicen mucho,
pero quien cresta crea digestión con humo ?
Nadie que se dicte de ser una
persona inteligente podría creer que tenemos un sensor en el intestino el cual
se activa con el humo y abre la válvula para dejar escapar su contenido.
Los hay aquellos que gracias
a la tecnología pueden relajarse sin caer en el aburrido habito de leer .
personalmente, he tenido momentos en que hasta un manual de refrigerador calmo ese incontenible deseo de lectura.
Conozco gente que paso los
niveles mas difíciles del popular Candy crush, o simplemente se puso al día de
las ultimas noticias de Facebook, o para los mas sofisticados, twitter sentados
en el retrete.
Nada nos puede hacer escapar
de nuestras necesidades vitales como comer, soñar, y cagar, pero de las tres la que mas confort me da es la
ultima en la lista. El estreñimiento puede ser tan letal como el insomnio y el
hambre, así como la diarrea tan
desgraciada como la anemia o la obesidad mórbida.
Estoy seguro que mas del 50%
de los que leerán este articulo son de aquellos a los que el culo se les cohíbe
en baño ajeno, como tan bien lo dice la canción. Pero también conozco personas
(anonimato asegurado) que a la hora de
ir, no tienen el menor de los repudios.
Es algo tan normal , que ni siquiera se molestan en pensar lo que el resto
pensara si se retiran de la fiesta para
perderse por 20 minutos.
La caca nos acompaña todos
los días de nuestra vida y así como para algunos ir al baño de Carlitos, no
pasa de ser mas que un tramite el cual mientras mas rápido se hace mejor, para
otros es un verdadero placer, un renacer cada día (y para otros hasta dos veces
por día) para salir y ver el mundo con otros ojos, con los ojos de aquel que
tuvo 10 minutos asolas con su exquisito olor a caca. Por que digámoslo, no hay
mejor olor que el de nuestra propia caca mientras estamos sentados, así como no
hay pero olor que el que encontramos en el baño
cuando alguien acaba de dejarlo. No hay peor sentimiento de desconsuelo
que saber que después de que el tipo que
entro al baño vengo yo.